Cicatrizando
Dijo Benedetti que las caricias enseñan como si fuesen cicatrices.
Las cicatrices sí que nos enseñan:
Para no golpearnos, a fijarnos,
para no sufrir, a desconfiar,
y para no caernos, a agarrarnos.
Lo empírico, con el uso, queda obsoleto,
la inexperiencia siempre está presente:
El dolor se disfraza de muchos sujetos
para sorprender a nuestra mente.
La gente se vuelve sicaria.
Una que ha venido inesperada,
una que ondea blanca bandera
o una que deja tu alma atravesada.
Y a plena luz del día
arrojas con fuerza tu arma
para acabar con mi vida,
cortando y marcando el alma.
Son aquellas cosas:
palabras y promesas,
rasguños y caricias,
risas y miradas muertas.
risas y miradas muertas.
Cartografías en mi cuerpo,
mapas de las penas de mi alma,
de capítulos que aún no cierro;
y otros tantos que aún yo niego.
Marcas que llevo puestas,
van cerrando y sanando.
Enseñando que, si dejas de tocarlas,
menos irán gritando.
Una misma cicatriz,
eso es mi cuerpo.
Una sola herida que ya no recuerdo,
o por lo menos pretendo,
haberla olvidado.
Nuevos cortes aparecen,
pero ya aprendí a ignorarlos.
Porqué sé que si no los veo
de a poco irán cicatrizando.
Dijo Benedetti que las caricias enseñan como si fuesen cicatrices.
Yo digo que si las heridas dejan cicatrices, las caricias mucho más.
Aprendes amar las cicatrices
ResponderBorrarNos ayudan a crecer y en realidad si son cicatrices quire decir que el dolor ya sano
Y entonces comienzas de nuevo.
Pero te han dejado ahora una aprendizaje
Quiza no sea correcto este argumento solo es mi humilde opinion
Buen escrito!
gracias por compartir
Gracias por leerme. Son lo que nos hace amar la vida, sin esas experiencias no valoraríamos la calma.
BorrarLas miradas muertas son para mí lo más desolador que puede dedicarte un ser humano. Escoger las cicatrices en este escrito para describir el efecto de las relaciones humanas fue muy acertado.
ResponderBorrarGracias, creo que es uno de los textos más íntimos que he escrito.
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