Como se conocen las estrellas

 Te conocí como se conocen las estrellas: levantando la vista y tratando de entender cómo pueden titilar tan bello, en la noche, sobre la nada, y te quedas ahí preguntando por qué no has vivido siempre viendo el cielo. Ese momento en el que solo estás seguro de lo que estás viendo y todo lo demás se vuelven signos de interrogación que poco a poco se estiran, acentúan y transforman en admiración. Un sentimiento tan único que muchos confunden con la sorpresa, pero la sorpresa es fugaz y aqui permance cálida brisa.  Tras verte, me propuse empezar a vivir así, sin perder detalle.

¿Y quien pensaría que los siguientes días serían sin luna ni estrellas? ¿Quién se atrevió a guardarlas de mi? Para que estuviera corriendo como un salvaje sobre los montes con la vista arriba buscando un rastro estelar el cual seguir para llegar a ti. Pero no, el cielo guardó silencio los siguientes días. 

Espero que entre los campos celestes este nebuloso texto te encuentre y puedas compadecerte; que en esta oscuridad, titiles un poquito más. Con una chispa tenue me conformo, entonces ya sabría a donde dirigirme por las noches.

Ahora, si este texto azuloso ha llegado a usted por descuido, ignórelo. Quizá sea tarde. A lo mucho puede hacerlo circular al siguiente astro, para ver si toma una vía láctea o rápida y pueda llegar a su destino. Quizá no sea tan tarde.